El apego es tu enemigo

noviembre 22, 2024

En este mundo, mires donde mires, nadie está totalmente satisfecho con su vida. Siempre falta algo: dinero, salud, posesiones, fama, poder, reconocimiento social, diversión. 

¿Por qué nuestras vidas parecen tan insatisfactorias? ¿Por qué nuestras experiencias o posesiones nunca parecen brindarnos una felicidad duradera o una realización plena? Siempre queremos algo más, y nunca tenemos bastante. Queremos aferrarnos a todo lo que tenemos y queremos adquirir todo lo que podamos. ¿Pero a qué sirve si no somos felices?

La posesiones te poseen. Si posees algo, eres responsable de cuidarlo y estás continuamente preocupado de que pueda dañarse o puedas perderlo. Vives con el miedo y la angustia de mantener para siempre todo lo que posees. Al mismo tiempo, estas posesiones no llenan tu vacío interior, así que sigues acumulando objetos y experiencias, intenta ganar más dinero y tener más cosas en un círculo vicioso infinito.
Recuerda que no has venido a esta vida para comprar, acumular experiencias, objetos y dinero. ¿Adonde te las vas a llevar cuando mueres? 

La verdadera libertad, la que te hará sentir más feliz y en paz, consiste en liberarte del miedo a perder lo que crees que posees. El apego a tus posesiones es el verdadero problema. Sin el apego, sin el miedo a perder lo que crees que es tuyo, te darás cuenta que ya no necesitas tanto, ya no vas a querer más y más. 
Por lo tanto, lo que tienes que abandonar es tu apego a las posesiones y experiencias, no a las cosas en sí. 

El budismo enseña que para alcanzar la felicidad tenemos que practicar el desapego. Libérate entonces te todas aquellas cosas a las que te has apegado, que son inútiles y te privan de la libertad.

La libertad que todos buscamos es la libertad de no tener miedo a perder lo que creemos poseer. Al fin y al cabo nada en este mundo es realmente nuestro, ni siquiera nuestros cuerpos, todo es solo prestado durante nuestro viaje por la vida. Somos sólo administradores de lo que temporalmente nos rodea. Nuestras casas, nuestros seres queridos, nuestros trabajos, nuestras creencias y emociones, todo es prestado y al final de tu vida no podrás llevarte nada contigo. 

Disfruta entonces de los momentos tal como son ahora. Nunca serán mejores que en este preciso momento. No esperes. No tengas miedo de perder, enfócate en vivir y disfrutar cada experiencia, cada emoción, cada momento, cada sentimiento. Vive con amor, trabaja con pasión y agradece todo lo que tienes porque nada es permanente excepto las vivencias que atesoras. 

El apego es tu enemigo.

---

Para profundizar más, puede que te interese también:

Nada es para siempre: reflexiones sobre la impermanencia

Cómo liberarnos del sufrimiento

0 comments

Recibe nuevos posts

Surffulness