El propósito de la vida

La vida no necesita un propósito para ser lo que es.
La semilla de una flor no necesita luchar ni esforzarse para convertirse en una flor. El viento no necesita una razón para soplar. ¿Entonces porque nosotros humanos tenemos la necesidad de contestar a esta pregunta y pasamos nuestras vidas buscando cual es nuestro propósito?

Quizás sea el ego el que busca un propósito para justificar su existencia, no algo que la realidad necesita para sostenerse. El ego quiere razones, explicaciones y significado para sentirse valioso o necesario. Además la sociedad en la que vivimos no acepta que tu seas una «mediocre», y está siempre empujándote a buscar ser una «persona especial», a «tener éxito», a «dejar una huella» en el mundo, alimentando tu ego.

En todo esto, la familia y tus creencias terminan por estropearlo aún más haciéndote creer que el propósito de tu vida es estudiar, trabajar, formar una familia, comprar una casa, jubilarte, tener nietos, envejecer y morir. Y si es posible, con más dinero y más posición social que tu vecino. ¡Vaya plan!

Pero la vida en sí misma no necesita justificación, simplemente es.

Cuando dejas de buscar un propósito impuesto por el ego, empiezas a vivir más libres, sin la carga de «ser algo» o «lograr algo» para validar tu existencia. Te darás cuenta entonces de una verdad profunda: que la realidad ya se expresa naturalmente, sin necesidad de un propósito. El propósito de la vida es vivir, nada más.


El propósito de la vida es vivir

Sí, así de simple. Disfrutar del viaje en lugar de obsesionarte con la meta final. Deja de mirar hacia adelante y empieza a observar lo que está sucediendo a tu alrededor. La vida es la suma de experiencias, y cada pequeño momento cuenta. Así que ¿por qué no disfrutar de lo que tienes en vez de estresarte por lo que falta?

Todo lo que estás haciendo en este momento es profundamente significativo en sí mismo. El propósito de la vida es vivir. Suena simple, pero a la vez lo abarca todo. Vivir es experimentar, sentir, aprender, equivocarse, reír, llorar, amar. No hay una sola manera correcta de hacerlo, pero quizás la clave sea hacerlo con intención, con conciencia y con ganas.

Recupera la espontaneidad natural que experimentabas de niña, abierta y conectada con el presente y confía en el desarrollo natural de la existencia, respondiendo a cada momento con apertura, curiosidad y entusiasmo. Este es el propósito de la vida.

Acepta la realidad tal como es, vive intensamente y con plenitud, y haz todo lo posible para garantizar una buena vida, amor y armonía para ti misma, para quienes te rodean y para el mundo.

Al final del día, lo que importa es disfrutar del camino, porque para eso estás aquí: para ser parte de esta aventura llamada vida.


Sé feliz 🤍


Eres parte de este maravilloso mundo

La magia ocurre cuando miras profundamente en la naturaleza.

Ese es en última instancia el objetivo de la vida: hacer que los latidos de tu corazón coincidan con el latido del universo.

No eres un ser separado, todas las cosas están relacionadas entre sí.

No puedes existir como un ser aparte, como una entidad independiente porque todo y todos dependen de los demás. Existes solo en relación a las personas, a las cosas, a las ideas.

La próxima vez que te sientes abrumada o desconectada, recuerda que eres parte de algo maravilloso. Este mundo está lleno de posibilidades, aprendizaje y conexión. La vida puede ser un viaje impredecible, pero cada día trae consigo nuevas experiencias y oportunidades para crecer. Recuerda mirar a tu alrededor, apreciar las pequeñas cosas, y nunca subestimar el poder de un gesto amable o una sonrisa.

Cuando entiendas esta profunda verdad, serás capaz de verte a ti misma en todo lo que te rodea y gozar de la profunda paz que surge al comprender que eres parte de este maravilloso mundo.
Solo tienes que mantener tus ojos abiertos y tu corazón listo para disfrutar de todo lo que la vida tiene para ofrecer.


Estás completamente solo en el camino espiritual

En el momento en que empiezas un camino espiritual, una cosa a tener en cuenta es que estarás completamente solo. El camino es único para cada persona. Hay quien te puede acompañar, sostener, apoyar pero nadie puede hacer el camino en lugar tuyo.  

Como bien decía Sawaki Roshi "no se puede intercambiar ni siquiera un pedo con otra persona". Esa es la verdad, hay que vivir la propia vida y no puedes pedir prestado ni siquier un pedo a otra persona. 

Tampoco es fácil hablar de tu camino espiritual con los que están a tu alrededor porque en la mayoría de los casos no lo entenderán. De hecho, lo mejor es no hablar en absoluto, simplemente ser y seguir con la práctica. 
Con el tiempo los que te rodean, familia, amigos, compañeros de trabajo, notarán tu evolución y tu autenticidad. Cuando alineas pensamientos, palabras y acciones con tu propio camino de despertar inspiras a otros con el ejemplo. 

Por tanto, abraza tu soledad y confía en ti mismo.


Experiencia individual

Hay algo que se hace cada vez más evidente a medida que entras en tu interior, y es que el mundo que tu experimentas es el mundo que solo tu puedes experimentar, en el bien y en el mal. 

Me explico: es importante que observes y acceptes que incluso cuando tu y otra persona miraís el mismo objeto o vivís la misma situación, tus historias, creencias y estados internos le darán un matiz diferente a la experiencia.

Tu puedes mirar un objeto desde una perspectiva y visión que puede ser distinta a la de los demás, puedes percibir sensaciones al ver una puesta del sol que son diferentes a las que percibe otra persona, cada una de tus experiencias es única y ninguna puede ser igual a la de nadie más. 

Y no solo tus experiencias te apartienen en exclusivas, también tus creencias, tus opiniones, tu forma de pensar están destinadas a ser diferente a la de los demás. 

Puesto que no puedes intercambiar nada de esto con nadie, estás completamente solo en tu mundo.
Por mucho que lo intentes, no puedes transferir ni compartir directamente tu percepción, tu experiencia o incluso algo tan básico como tu sensación corporal. 

Tienes que recorrer tu propio camino en solitario y experimentar el despertar espiritual por ti mismo.

El mundo existe tal como lo percibes.
No es lo que ves, es cómo lo ves.
No es lo que oyes, sino cómo lo oyes.
No es lo que sientes, sino cómo te sientes.

- Rumi


Existencia individual

Todo esto al principio supone un gran dilema: no quieres sentirte solo y quieres compartir aspectos de tu vida con alguien. 

Desafortunadamente hay aspectos esenciales de tu vida y de tu camino espiritual que son completamente intransferibles. Nadie puede sufrir por ti, ni tampoco meditar por ti. Aunque alguien te ame profundamente, tu dolor sigue siendo tuyo y tu despertar también lo es. 

Por cuanto desahogues tus problemas y sufrimientos interiores con la persona amada, ella nunca podrá experimentar tu dolor ni ayudarte a superarlo. Puede escucharte pero nunca llegará a entender completamente tu estado emocional interior. 

Estás completamente solo en el sufrimiento y en la práctica. Cuanto antes asumes tu responsabilidad personal, más rápido irás en tu camino espiritual. 
Tu responsabilidad es el esfuerzo en la práctica. Puedes leer libros, recibir enseñanzas, participar en retiros, recibir inspiración o apoyo, pero nadie puede iluminarse en tu lugar.


El límite de las palabras

Como te dije al principio del post, por más que intentes explicar lo que sientes o piensas, siempre hay un desfase entre la experiencia y las palabras. La verdadera comprensión va más allá del lenguaje, la encuentras en el silencio, en la experiencia directa, en la conexión intuitiva con lo que es. 

Estas radicalmente solo en tu experiencia, pero eso no es algo negativo, más bien, es una invitación a asumir tu existencia de manera directa y auténtica. Eres único, eres especial.

Es difícil de entender con palabras, la comunicación verbal tiene un límite, pero cuando lo experimentas por primera vez, cuando reconoces tu verdadero ser, te darás cuenta de que todo lo que encuentras es tu vida, tu verdadera autenticidad.

Estar completamente solo en el camino espiritual puede ser bastante aterrador al principio pero si eres constante en la práctica de la meditación, si sigues hondeando en la introspección, la reflexión y la atención plena, tu espíritu crecerá y florecerá. 

Llegarás a un punto en lo que ya no te sentirás solo, sino parte de este maravilloso mundo donde desaparece la sensación de separación y surge una conexión profunda con todo lo que te rodea y te reconocieras como parte del flujo natural de la vida.


¡Buen camino!



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