Las 21 reglas de Miyamoto Musashi para vivir tu vida

enero 18, 2021

21 preceptos sobre autodisciplina para guiar a las generaciones futuras

En la breve obra Dokkōdō, «El camino de la soledad» o «El camino que se debe seguir solo», el legendario samurái y artista Miyamoto Musashi deja 21 preceptos sobre autodisciplina para guiar a las generaciones futuras.

Miyamoto Musashi fue un héroe destacado en la historia del Japón, maestro de la espada, valiente guerrero e estratega, autor de el Libro de los Cinco Anillos, una obra donde la filosofía y su experiencia en combatir se funden, y de Dokkodo, el libro de lo que hablo en este post.

Llegué a conocer por casualidad a este duelista y fue un descubrimiento interesante. Desde entonces he estado investigando, leyendo y aprendiendo más sobre la infancia y la vida de este maestro de artes marciales, el guerrero invencible que derrotó a más de 60 enemigos.

Aquí comparto las 21 lecciones de un pequeño documento, Dokkodo, escrito por Miyamoto una semana antes de su muerte en 1645, cuando repartía sus posesiones para prepararse a dejar este mundo. En aquel entonces Miyamoto Musashi llevaba un estilo de vida asceta, casi estoica, cosa que se ve reflejada en estas reglas y uno de los motivos por lo que comparto estos preceptos en el blog.

Estas reglas de vida del Dokkodo son consejos sobre como llevar una vida de virtud, preceptos sobre autodisciplina, bondad de animo, autoconsciencia, habilidades. y autoconocimiento.


Los 21 preceptos del Dokkodo

  • Acepta todo exactamente de la manera que es.
Nunca actúes contrariamente a la moral tradicional. No vayas en contra de la Vía inmutable a través de los tiempos.

  • No busques el placer hedonista.
Evita buscar los placeres del cuerpo. Nunca intentes aprovechar ningún momento de facilidad.

  • Bajo ninguna circunstancia, dependas de un sentimiento parcial.
No tengas parcialidad por nadie ni por nada. Se imparcial en todo. No te dejes arrastrar por la avidez en toda la vida.

  • Piensa ligeramente en ti y profundamente en el mundo.
Piensa poco en ti mismo, pero mucho en la colectividad. No te preocupes por asuntos egoístas.

  • Mantente separado del deseo a lo largo de toda tu vida.
Permanece libre de codicia a través de la vida. No estés celoso jamás de los demás, ni en bien ni en mal.

  • No te arrepientas de lo que has hecho.
Nunca lamentes lo que has hecho. No tengas rencor o animosidad hacia ti o hacia los demás.

  • Nunca seas celoso.
De ningún modo envidies a otros por su buena suerte, o te quejes de la tuya si es mala.

  • Nunca te entristezcas por una separación.
Nunca te aflijas por la separación de alguien o de algo, en ningún momento. No estés triste por ningún tipo de separación.

  • El resentimiento y las quejas no son adecuadas ni hacia ti mismo ni hacia otros.
Nunca te reproches nada o a otros, nunca te quejes sobre ti o sobre los demás.

  • Nunca permitas que te guíe la lujuria o el amor.
Nunca sueñes en sucumbir bajo el enamoramiento (o apasionamiento) por una mujer. No te conviertas jamás en un cobarde por culpa del cuerpo.

  • No tengas preferencias por ninguna cosa.
No tengas gustos ni aversiones. No busques jamás el bienestar personal.

  • Se indiferente respecto a donde vives.
Sea como fuere el lugar donde vives, jamás tengas ninguna objeción en su contra.

  • No persigas el probar buena comida.
Nunca desees comida refinada para ti. No busques los platos más refinados para contentar el cuerpo.

  • No te aferres a posesiones que ya no necesites.
Nunca tengas objetos antiguos ni curiosos bajo tu posesión. No te rodees de ninguna cosa de gran valor material en toda la vida.

  • No actúes siguiendo costumbres o creencias.
Jamás realices purificaciones o abstinencias supersticiosas para protegerte contra las malas influencias.

  • No colecciones armas o practiques con ellas más allá de lo útil.
No tengas gusto por utensilios de ninguna clase, exceptuando espadas y otras armas. No seas tentado por ningún objeto a pesar de las armas.

  • No temas a la muerte. Jamás te arrepientas de tu vida encausada hacia la rectitud.
Conságrate enteramente a la Vía sin temor, hasta la muerte. Aunque el cuerpo sea viejo, no tengas deseos de la muerte.

  • No busques poseer bienes o propiedades en tu vejez.
En absoluto desees tener ninguna posesión que te otorgue comodidad en tu vejez.

  • Respeta a Buda y a los dioses sin contar con su ayuda.
Venera a Dioses y Santos, pero nunca pienses depender de ellos.

  • Puedes abandonar tu cuerpo pero debes perseverar en el honor.
Más bien debes preferir dar tu vida que deshonrar tu buen nombre. La espada no se desenvaina a la ligera.

  • Nunca te apartes del Camino.
No abandones nunca la Vía de la táctica. Nunca, ni por un momento, ni en cuerpo ni alma, me apartaré de la Vía del Sable.


A pesar de que hayan pasado siglos, esto preceptos del Dokkodo son de una actualidad bárbara y no podría ser de otra forma. La sabiduría, la virtud y la maestría personal nunca pasan de moda.


Gracias Miyamoto Musashi por esta lección de vida.


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