La mente no sé o mentalidad de no saber
septiembre 19, 2025Recientemente he leído sobre la práctica zen de "no saber", a veces llamada "mente o mentalidad de no saber", "mente no sé" o "mente de principiante".
Consiste en alejarse de todos los prejuicios, creencias, opiniones, etiquetas con las que solemos catalogar la realidad que nos rodea, nuestros pensamientos y estados de ánimo; alejarse de nosotros mismos y del mundo exterior para centrarnos en el aquí y ahora, y abrirnos al vasto reino de posibilidades.
La "mente no sé", igual que la mente del principiante, es una mente libre de expectativas, juicios o prejuicios. Es una presencia de corazón abierto y de entusiasmo que nos permite prestar atención, escuchar atentamente y ver las cosas como realmente son sin filtros mentales.
La práctica de no saber es una forma de involucrarse en el momento presente en modo fresco, abierto, imparcial. Extremadamente útil cuando la mente y el ego se atrincheran en posiciones fijas de creer tener todas las respuestas correctas o cuando sufrimos el estrés de tener que resolverlo todo, de mantener nuestras posiciones y opiniones, de identificar todo lo que encontramos como justo o injusto, correcto o incorrecto, bueno o malo.
Aquí una guía rápida sobre cómo aplicar la "mente no sé", la técnica que Jack Kornfield explica en su libro "The wise heart":
Usa la práctica para aportar sabiduría a una situación de conflicto interno o externo.
Inicialmente empieza por sentarte. Más tarde podremos integrarla en situaciones sociales.
Siéntate en quietud, encuentra la posición cómoda, fácil y silenciosa, centrándote en tu respiración y/o tu cuerpo. Cuando te sientas estable, lleva tu menta diez años adelante. Reconoce que no sabes lo que sucederá entonces. Siente el no saber y relájate con el hecho.
Piensa en la tierra girando por el espacio con cientos de miles de personas naciendo y muriendo cada día… ¿De dónde viene cada vida? ¿Cómo empezó? ¿Dónde acaba cada vida? ¿Por qué estamos aquí
Hay muchas cosas que no sabemos. Siente la verdad de la mente que no sabe, relájate, acepta, ríndete, ámalo.
Ahora, lleva tu mente a una aflicción, interna o externa. Ten cuidado con todos los pensamientos y opiniones que tienes sobre cómo debería ser lo que ocurre, o cómo ellos deberían actuar.
Ahora reconoce que, en verdad, no sabes. Quizá la cosa equivocada te lleve a algo mejor. O lo correcto te lleve a lo peor. No sabes.
Considera cómo sería adoptar la mentalidad no sé para tratar con situaciones y otras personas. Siéntelo. No sabes. Sin opinión fija. Permítete querer entender lo nuevo. Acércate a ello con la mente “no lo sé”. Con franqueza.
Ahora responde: ¿Cómo afecta la situación la mentalidad de no saber? ¿La mejora, la hace más sabia, más fácil? ¿Más relajada?
Practica la mente no sé hasta que estés cómodo descansando en la incertidumbre, hasta que puedas reír y decir “no lo sé”.

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