Mejora tu vida

noviembre 30, 2018

Hay como una norma intrínseca que te empuja a recorrer un camino predeterminado: estudiar, trabajar, tener una familia, seguir trabajando, morir. Pero ¿es esto lo que realmente quieres?


Un día, uno de estos de apatía total, de estar sentada en el sofá horas y horas mirando fuera de la ventana sin pensar en nada, mi marido me dijo «busca lo que te gustaría hacer en la vida y hazlo». «Ya», dije yo, «pero si estoy así es porqué no sé que me gustaría hacer».

No podía creer que estas palabras habían salido de mi boca, de hecho eran tan raras para mí que empecé a darle vueltas. ¿Como puedo darle un sentido a mi vida si no sé que quiero? ¿Como imaginar de cambiar trabajo o emprender una nueva actividad si no sé lo que me gusta hacer?

Evidentemente tenía un problema que resolver.

Hay un refrán que dice:

 

«En la vida como en el amor siempre falta algo para que todo sea perfecto».


La verdad es que somos muy hábiles en quejarnos de lo que no tenemos, negativos a la hora de ver el vaso medio vacío, impotentes a analizar y descubrir qué rumbo dar a nuestra vida.

En parte la culpa la tienen los condicionamientos sociales y familiares que hemos tenido. Hay como una norma intrínseca que te empuja a recorrer un camino predeterminado: estudiar, trabajar, tener una familia, seguir trabajando, morir.

Te dicen que esto es lo que hay que hacer, que esto es lo correcto para tu vida. Y lo haces, claro que lo haces, porque no quieres decepcionar tus padres, porque todos lo hacen, porque serías un bicho raro a elegir otro camino y así te conformas a ser parte del rebaño.

Hasta que un día te despiertas con esta sensación de angustia, de opresión en el pecho y nudo en la garganta y todos tus creencias de repente se desmoronan.

Has tocado el fondo.


¿Qué quieres hacer con tu vida?

Da igual en qué momento de tu vida te encuentras.
Si no te sientes realizada,
si no sabes que rumbo darle a tu vida,
si sientes que has perdido la alegría de vivir,
si percibes que falta algo,
es hora de cambiar y el único cambio posible es lo que viene de tu interior.

Si tú cambias, el mundo a tu alrededor también cambia.

Tener una crisis existencial es lo mejor que te pueda pasar, créeme. Te has vaciado totalmente, ya no queda nada. Por fin puedes empezar a construir algo nuevo, a rellenar los espacios con las cosas que realmente te gustan y te hacen sentir feliz.

Cuando has tocado el fondo sólo puedes subir, ¡alégrate por esto!

Bueno, ¿y ahora qué? te estarás preguntando.

Ahora toca hacer ejercicios, conectar con tu Yo interior para averiguar quién eres realmente. Ni va a ser fácil ni va a ser inmediato pero vale la pena. El proceso es lento, tienes que tener paciencia y la mente abierta y sobre todo ser sincera contigo misma.

Llegada a este punto sería una tontería seguir engañándote que todo va bien y que te sientes totalmente realizada cuando en realidad te sientes más triste que una fregona.

El primer paso es creer que tienes un propósito en la vida y que eres capaz de descubrirlo y cumplirlo.

El segundo paso es coger un papel y un boli y contestar a las siguientes preguntas.


Preguntas que te ayudarán a descubrir que quieres hacer con tu vida

  • ¿Como me siento ahora mismo?
  • ¿Que necesito añadir a mi vida?
  • ¿Que es lo que me molesta? ¿Y porque?
  • ¿Que cosas van bien en mi vida?
  • ¿Que me hace feliz?
  • ¿Que amo hacer?
  • ¿Que cosa o actividad me «da la vida»?
  • ¿A que podría dedicarme por horas y horas sin cansarme?
  • ¿Que me empuja a levantarme por la mañana con motivación?
  • ¿Cuáles son mis calidades? ¿En que soy buena?
  • ¿Que sé hacer bien?
  • ¿Que es lo que la gente admira de mi?
  • ¿Que adjetivos usaría para describirme?
  • ¿Cuáles son mis puntos fuertes?
  • ¿Cuáles son mis puntos débiles?
  • ¿Cuál es mí sueño?
  • ¿Que haría con mi vida si supiera que no puedo fracasar?
  • ¿Si el dinero no fuera un problema a que me dedicaría?
  • ¿Cómo imagino mi vida ideal?
  • ¿Donde me imagino en 5, 10 años?
  • ¿Si pudiera disponer de todo el tiempo del mundo que haría?
  • ¿Que es lo que siempre me hubiera gustado hacer y no hice por miedo?
  • ¿De donde viene mi dolor? ¿Que tendría que pasar para sanarme?
  • ¿Cómo sería mi día ideal?
  • ¿Que me gustaría aprender?
  • ¿Cuales han sido mis éxitos en la vida?
  • Al final de mi vida, ¿que legado me gustaría dejar?


Busca patrones y hilos conductores

Una vez que hayas contestado a todas estas preguntas (te va a llevar un tiempo, no te agobies en hacerlo en un solo día), busca patrones e hilos conductores, busca lo que unen tus pasiones, tus sueños, tus habilidades y tus capacidades de dejar una huella en los demás. Recuerda que al final lo que cuenta es también contribuir a construir un mundo mejor.

Yo me he hecho estas preguntas muchas veces a lo largo de mi vida, o sea todas las veces que he tocado el fondo y he tenido que reinventarme. La última vez ha sido a raíz de empezar este blog.
Tenía un trabajo, un marido amoroso, una casa bonita y mucho tiempo libre para dedicarme a mis aficiones pero me seguía faltando algo. Una vez terminadas todas las preguntas he descubierto que necesitaba escribir y llevar todos mis pensamientos a un lugar donde podía expresar mi verdadero yo y compartir mis experiencias.

Ha sido una liberación y una grande sorpresa porque nunca imaginaba ser capaz de emprender algo así.


Ahora te toca a ti.

Recuerda que solo tú puedes ser tú, así que no te limites. Encuentra el camino que te permita sacar todo tu potencial y ser la mejor versión de ti misma.

 

Y sobre todo: sé sincero contigo mismo; y de ello se seguirá, como la noche al día, que no puedes ser falso con nadie.
– William Shakespeare –


 

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